martes, 18 de diciembre de 2012
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Reconocimiento a su hazaña
Varios autores, como Amado Nervo han escrito poemas en su honor. El más popular es "Los Niños Mártires de Chapultepec".
Como
renuevos cuyos aliños
un
viento helado marchita en flor
así
cayeron los héroes niños
ante
las balas del invasor
Poema completo aquí.
Después de su muerte
Murió
a los 14 años con cinco meses de edad.
El 25 de marzo de 1947 el general Juan Manuel Torrea y el
entonces coronel Manuel de J. Solís de acuerdo con un plano y la versión verbal
del general Manuel Plata, que había sido subdirector del Colegio, descubrieron
los restos de los Niños Héroes en el Bosque de Chapultepec, en un lugar próximo
a los cuatro hermosos sabinos llamados “Ahuehuetes de Miramón”. El hallazgo se
hizo con personal y fondos de la Secretaría de la Defensa Nacional por órdenes
del General Gilberto R. Limón.
El 9 de septiembre de 1947, por decreto del Congreso de la
Unión, se reconoció oficialmente que esos restos pertenecen a quienes la
tradición popular señala con la designación simbólica de Niños Héroes de
Chapultepec. Los restos se guardaron separadamente en la Sala de Banderas del
Colegio Militar en urnas de cristal montadas en armazón de plata maciza, hasta
el 27 de septiembre de 1952, en que durante una solemne ceremonia oficial se
depositaron en el Monumento a los Niños Héroes (obra del arquitecto Enrique
Aragón Echegaray y del escultor Ernesto Tamariz), al pie del cerro donde
culmina el Paseo de la Reforma.
martes, 6 de noviembre de 2012
Sus hazañas
Una nota
puesta en su expediente dice: “Muerto por defender a su Patria en su puesto de
centinela, el 13 de septiembre de 1847. Marcó el alto a los asaltantes, que
continuaron avanzando. Mató de un balazo a uno de ellos e hirió de un
bayonetazo en el estómago a otro, y fue muerto en su puesto luchando al arma
blanca. Fue muerto por su bravura, pues su juventud hizo a los asaltantes
vacilar en su ataque, hasta ser atacados por él.”
José
T. Cuéllar así narró lo sucedido: “El alumno Suárez era delgado, nervioso y de
constitución delicada pero de mirada viva y de ánimo resuelto. Desde que
comenzó el asalto, el fuego de fusilería se generalizó por todas las líneas. Yo
me mezclé de mi orden en un pelotón de soldados del batallón de San Blas y me
puse con ellos a hacer fuego en el pasillo o glorieta semicircular del mirador.
Después de haber agotado el parque de mi cartuchera, una detonación sobre mi
cabeza me hizo volver la cara: el enemigo estaba a cinco pasos. En ese momento
vi correr a Suárez con su pequeño fusil en la mano, a tiempo que el primer
estadounidense bajaba la escalera. Suárez subió a su encuentro y con formidable
golpe atravesó al enemigo por el estómago”.
Su vida....
Vicente Suárez Ferrer, nacido en la ciudad de
Puebla el 3 de abril de 1833, hijo del 1er ayudante de caballería comandante de
escuadrón Miguel Suárez y de María de la Luz Ortega.
Presentó su solicitud de
ingreso al Colegio como cadete el 21 de octubre de 1845 e ingresó en noviembre
del mismo año con doce años y medio de edad. Pudo entrar a esa edad porque los
hijos de militares eran aceptados desde los 12 años a pesar de ir en contra de
las reglas del Colegio.
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